Capadocia, en Turquía, es uno de los lugares más increíbles de la Tierra. Con su paisaje único, su gente amable y su rica historia, no es de extrañar que esta zona sea un destino turístico tan popular.
Pero aunque la mayoría de los visitantes se limitan a los lugares de interés habituales, hay muchas joyas ocultas que se pueden encontrar si sabes dónde buscar. Aquí tienes 10 lugares secretos e increíbles de Capadocia que te dejarán sin aliento.
1. Parque Nacional de Goreme
El Parque Nacional de Goreme es uno de los destinos más asombrosos de Capadocia, ¡y con razón! Alberga una serie de espectaculares formaciones rocosas, las famosas Chimeneas de las Hadas, así como cuevas que en su día se utilizaron como viviendas e iglesias.
Los visitantes pueden explorar el parque a pie, o dar un paseo en globo para vivir una experiencia inolvidable.
2. Castillo de Uchisar
El castillo de Uchisar es uno de los lugares más emblemáticos de Capadocia. Está situado en lo alto de una gran formación rocosa, y ofrece unas vistas impresionantes del paisaje de los alrededores.
Los visitantes pueden explorar las numerosas habitaciones y cámaras del castillo, así como subir a la cima de la torre para disfrutar de una vista todavía mejor.
3. Ciudad Subterránea de Derinkuyu
La Ciudad Subterránea de Derinkuyu es uno de los lugares más fascinantes para visitar en Capadocia. La ciudad se construyó bajo tierra y sirvió de refugio a los primeros cristianos en tiempos de persecución.
Hoy, los visitantes pueden explorar los numerosos túneles y cámaras de la ciudad, que incluyen viviendas, cocinas, iglesias y mucho más.
4. Valle de Ihlara
El Valle de Ihlara es un bonito cañón a las afueras del Parque Nacional de Goreme. El valle alberga varias rutas de senderismo, donde puedes visitar iglesias de la época bizantina en las que vivían los primeros monjes cristianos que llegaron a la zona.
Los visitantes pueden explorar el valle a pie, o dar un paseo en barco por el río que lo atraviesa.
5. Monasterio de Selime
El Monasterio de Selime es uno de los mayores monasterios de Capadocia, y está situado en el valle de Ihlara. Se construyó en la ladera de un acantilado, y cuenta con varias cámaras y túneles que los visitantes pueden explorar. El monasterio también cuenta con una impresionante colección de frescos de la época bizantina.
6. Pashabagi (Valle de los Monjes)
Pashabagi (también conocido como Valle de los Monjes) es otro de los destinos imprescindibles de la Capadocia. El valle alberga llamativas formaciones rocosas, y ermitas que fueron excavados en los acantilados, donde numerosos monjes vivían.
Los visitantes pueden explorar el valle a pie, o dar un paseo en caballo por él.
7. Avanos
Avanos es una pequeña ciudad situada en el centro de Capadocia, y es conocida por su tradición alfarera. La ciudad ha acogido a alfareros durante siglos, y hoy los visitantes pueden verlos trabajar en sus estudios, o incluso probar a hacer su propia cerámica.
En Avanos también hay varios restaurantes tradicionales turcos, así que no dejes de probar la cocina local mientras visitas la ciudad.
8. Castillo de Ortahisar
El castillo fue tallado en una gran formación rocosa, y ofrece unas vistas impresionantes del paisaje que lo rodea.
Los visitantes pueden explorar las numerosas habitaciones y túneles del castillo, e incluso pasar la noche en una de las tradicionales habitaciones de la cueva. El castillo de Ortahisar también cuenta con varias tiendas de recuerdos tradicionales turcos.
9. Ciudad Subterránea de Kaymakli
Esta antigua ciudad fue excavada en la ladera de una colina y sirvió de refugio a los primeros colonos.
En la actualidad, los visitantes pueden explorar cámaras y pasillos de la ciudad. Puedes ver el lugar donde la gente cocinaba, también hay una sala donde la gente almacenaba sus provisiones, y en otra sala puedes ver dónde se guardaban los animales.
La Ciudad Subterránea de Kaymakli es un lugar maravilloso para conocer el pasado.
10. Valle de Soganli
El Valle de Soganli es un valle pintoresco situado a las afueras del Parque Nacional de Goreme. Cuenta con muchas iglesias de la época bizantina, así como rutas de senderismo que atraviesan campos salpicados de flores silvestres.
