Antes de empezar tienes que darle al Play y escuchar esta canción mientras la nostalgia se apodera de ti, recordando lo geniales que eran los años 70, 80 y 90, los mejores años de la historia de España.
Empezamos con el mítico Walkman de Sony, ¿quién no ha tenido uno?
Estos walkie talkie eran nuestros teléfonos móviles, y el código morse nuestro whatsapp secreto. ¡Qué recuerdos!
Las videoconsolas de nuestra infancia. Los gráficos eran malos y apenas había jugabilidad, pero nos lo pasábamos en grande. Eran juegos que no aburrían, te podías pasar horas y horas y te lo pasaban genial.
La mítica Game Boy, todavía tengo la mía!
Aunque no había nada como las recreativas, aquello era para flipar en colores.
Pero esa tecnología vino después, en los 70 jugábamos con los Madelman y en los 80 con los He-Man.
Después vinieron los míticos Gi Joe, uno de los muñecos con los que más he jugado. Estoy viendo fotos y los recuerdos de mi infancia me dejan atontado, que guay era aquella época…
También jugamos con la WWF original. Hulk Hogan, el Último Guerrero, los Sacamantecas, el Enterrador, cómo molaban esos tíos.
Y no nos podemos olvidar de las Tortugas Ninja. Donatello, Leonardo, Michelangelo, Rafael y el maestro Astilla.
Y las peonzas o trompos, de madera y que pintábamos nosotros. Aquello era auténtico y no las que hacen hoy en día de plástico con luces.
Vaya sustos metí con las pistolas de petardos, incluso había escopetas jaja.
¿Recuerdas la serie de extraterrestres V? La escena de Diana comiéndose la rata pasará a los anales de la historia.
Y hablando de comer, los Bollycaos de antes estaban que te cagas. Un panecillo tierno y esponjoso con un relleno de chocolate que te llenaba la boca. Buf que hambre.
Después de los Toi salieron los Tazos en las bolsas de patatas, había un montón diferentes.
También la Mano Loca, que se enganchaba en los cristales de casa y mi madre me regañaba.
Estas cañas de chocolate rellenas de crema me alegraban las tardes, que ricas estaban las jodias.
Y los helados frigo después de la piscina en verano. Los Mini Milks estaban de vicio y eran muy baratos, 35 pesetas (0,21€)!!!
Las tiendas de toda la vida si que molaban. Cuando me daban 10 pesetas me volvía loco mirando qué comprar, había de todo!
Un Fruco!
Jodio Supersam, por tu culpa odio el inglés jajajaja
Qué peligro tenían estos sacapuntas, era solo para mayores.
Nosotros usábamos los Plastidecor para colorear. Había auténticas peleas por conseguir el color carne.
Ya de más mayores flipábamos con la tecnología que aparecía en la revista Micro Manía. Aquello era una ventana al futuro.
Y ya en el futuro, vaya vicios nos pegamos al PC Futbol, el mejor juego de estrategia deportiva de la historia de la humanidad.
Las Reebok Pump las llevaban los más guays de la clase. Si bombeabas la lengüeta donde pone Pump se inflaba de aire y te permitía saltar hasta tocar la canasta, y saltar la valla sin notar el latigazo en los tobillos. Bueno, eso es lo que decíamos.
Las J J’hayber eran de peña chunga, si las llevabas eras el mafioso de la clase.
Y las típicas chancletas de piscina, todos hemos tenido unas parecidas.
En los ratos libres hacíamos pulseritas con hilo o con estos plásticos de colores.
Por fin vacaciones! Y el cuaderno Santillana que no falte… te odio!
El ojo mágico dejó bizco a más de uno. Yo pocas veces conseguí ver algo, y mis buenas horas me tiré intentándolo.
Las chapas es otro juego mítico que ha pasado de padres a hijos.
Aunque en mi época se llevaban más las canicas. Jugábamos al Gua, al Verdi y al Menti. El Gua consistía en meter todas tus canicas en el agujero antes que los demás. El Verdi era una carrera a través de un circuito y el que ganaba se quedaba las canicas de los demás. Y el Menti era lo mismo pero sin perder las canicas si no ganabas.
Mi padre en aquella época era mecánico y me traía rodamientos de camión, que eran canicas de acero. Era el p*to amo, cuando me veían llegar sacaban sus peores canicas porque sabían que las iban a perder. Las mías al ser de acero pesaban mucho y por muy fuerte que las golpeasen nadie las conseguía mover.
De estos me compré dos, el Micronova que tenía un microscopio, y el Quimicefa, que era un laboratorio de química.
Quien iba con este estuche a clase era el rey. Abrirlo y sacar los colores era como cuando un cirujano sacaba su instrumental.
Los cuadernos de escritura, aquí hemos aprendido a escribir la mayoría.
Y si te portabas mal te castigaban con escribir 50 veces la misma copia. Nosotros teníamos un truco, nos poníamos 2 lápices y de una sentada escribíamos dos frases. Con 3 ya costaba más, y 4 era solo para los elegidos.
¿Quién no ha coleccionado cromos? Era uno de los mejores entretenimientos que había.
El fenómeno de Dragon Ball nos ha acompañado durante toda la vida, se merece un artículo para él solo. Son Goku nos enseñó a ser buenas personas, a distinguir el bien del mal, a no traicionar a los tuyos y a luchar por aquello que quieres.
Y otra mítica colección es la de los libros de El Cuerpo Humano. Tenerla completa te convertía automáticamente en una persona seria y responsable.
Este coche cochambroso lo tuve, metía dentro los Gi Joes porque mis padres no me compraban los Jeeps de combate originales, eran muy caros.
El Cinexin otro que hemos tenido muchos de nosotros. Hoy en día le das esto a un niño y te lo tira a la cara, ellos quieren teles 3D.
Los chupetes y los chinos, otro par de tonterías que causaron furor.
Las burbujas de poliexpan para no ahogarte en la piscina. No he usado veces esto ni nada…
El jodio Blandi Blub, que cosa más asquerosa, aunque en aquellos tiempos era una pasada.
Y ya de más mayores los viernes por la noche en Canal Plus… Corrían rumores de muchas formas de poder verlo sin codificar, una de ellas era poniendo un papel de cocina sobre la pantalla. Pero no, no funcionaba.